RUTA CIRCULAR
DISTANCIA 20 KM.


Comenzamos la ruta de hoy desde la misma presa del Pontón de la Oliva, donde dejamos los vehículos, y emprendemos nuestro caminar dejando a espaldas dicha construcción, por un camino que continua a la carretera asfaltada, la cual muere en este lugar.
Tras unos metros dejamos dicho camino, encontrando las marcas de GR, rojas y blancas, la cual seguiremos, comenzando una subida de unos doscientos metros de desnivel, hasta llegar a un nuevo camino.
Este nuevo camino, bastante mas ancho, por donde incluso pueden circular los vehículos, es el cual ya no abandonamos hasta llegar a Alpedrete de la Sierra, encontrándonos varias construcciones de acueductos en dicho trayecto.
Finalmente llegamos al pueblo y tras cruzarlo, procedemos ha realizar el almuerzo del día de hoy, en los muros de la iglesia y a los pies del cementerio, desde el cual se obtienen unas estupendas vistas.
Una vez repuestas las fuerzas y tras preguntar a los oriundos de la zona con regresar al Pontón de la Oliva de la forma mas corta , proseguimos por el camino que existe junto a la iglesia y según dichas indicaciones, cruzaríamos un puente sin agua, y otro con agua, y tras este, deberíamos coger el camino que nos aparecería
a nuestra izquierda.
Malas indicaciones, ya que el camino que nos llevaría de nuevo al Pontón el un GR que sale unos metros antes de cruzar el puente con agua, el cual si nos hubiera llevado directamente al lugar donde teníamos nuestros coches.
Haciendo caso a este buen hombre, nos adentramos por este camino el cual pronto empezó a inclinarse hacia arriba, hasta llegar a lo alto de una montaña y desde la cual se podía apreciar el valle en V y a lo lejos la Presa de la Parra y muy al fondo y al otro extremo la Presa del Pontón de la Oliva.
Pese a comprobar que un camino nos llevaría hasta la Presa de la Parra, decidimos acortar por un camino que bajaba por la ladera de la montaña. Y como solo nos faltaba alguna inclemencia meteorológica nos empezó a caer agua nieve del cielo, para posteriormente convertirse en lluvia, en un primer momento de forma normal, pasando posteriormente a ser mas intensa, dificultando bastante nuestro descenso.
Una vez abajo junto al río proseguimos por su ladera, continuando por el camino, sorprendiéndonos al morir junto a el, tomando la decisión de cruzarlo, buscando donde su caudal era mas bajo, donde los serpas machos, al igual que los porteadores, cogieron a los hombros a los pequeños lobeznos y a las lobas, encontrando al otro lado del río el camino de regreso al Pontón.
Caminamos por dicho camino hasta encontrarnos unas vallas donde encontramos varias vacas con sus terneros, donde abandonamos dicho camino para continuar nuestro avance por un pequeño sendero el cual sigue la ribera del río, encontrando una pequeña explanada donde los pequeños lobeznos se columpiaron en las ramas de un árbol, hasta llegar finalmente hasta el Pontón de la Oliva.
NUESTRAS ANÉCDOTAS:
En un primer momento la ruta estaba diseñada para ver las Cárcavas, en una ruta circular que también pasaba por Alpedrete de la Sierra y termina en el mismo lugar del comienzo, el Pontón de la Oliva. Nada más salir coincidimos con dos parejas que también iban en nuestro mismo camino y con la misma dirección, hacia las Cárcavas, orientados por un sistema Gps en el móvil. Tras dos horas de camino les comentamos que como mucho en una hora se llegaba a las Cárcavas y que ese no era el camino. Nosotros decidimos continuar ya que nos daba igual, lo que queríamos era realizar una ruta dentro de este paraje. En el pueblo nos volvieron a indicar mal, ya que por el camino GR era el que nos hubiera llegado de regreso al Pontón de la Oliva y no el que cogimos, mas largo, teniendo que cruzar el río y encimas las inclemencias del tiempo tampoco ayudaron en nuestro caminar. En el cruce del río Alfredo tuvo que realizar un viaje más, ya que yo con mis problemas de espaldas tampoco quería abusar. Finalmente llegamos a las siete de la tarde a nuestros coches, desde las once y veinte de la mañana que comenzamos, quitándole una hora para comer, 20 kilómetros, que se hicieron en algunas partes un poco duros, y en otros bastante cómodos.