VIVAC PRADERA DE MAJALASNA
DATOS TÉCNICOS:
ALTURA MÁXIMA 1.934 mts. PICO MAJALASNA
ALTURA MÍNIMA: 1.380 mts. APARCAMIENTO DE MAJAVILAN.
DISTANCIA HASTA EL PUNTO DEL VIVAC 7 KM Y 5 KM HASTA EL APARCAMIENTO.
DISTANCIA HASTA EL PUNTO DEL VIVAC 7 KM Y 5 KM HASTA EL APARCAMIENTO.
Como todas las rutas que realizamos en Cercedilla quedamos en el aparcamiento de Majavilan, donde estacionamos los vehículos y despues de comprobar que llevabamos todo el material, empezamos nuestro primer vivac, en total 20 personas (11 adultos y 9 niños) y tres mascotas, decidiendo realizar este vivac en la pradera del Pico Majalasna, por su amplitud, buscando refugio junto al conjunto rocoso del pico.
Comenzamos cruzando el puente romano, ascendiendo por el camino marcado con puntos verdes hasta la primera pradera, donde tomaremos la carretera de la república, donde nuestro caminar se realiza con menos esfuerzos, sobre todo al estar poco acostumbrados al peso que teniamos que llevar.
Por dicha carretera llegamos hasta el mirador de Rosales, para posteriormente realizar una parada en la Pradera de Navarrulaque.




Posteriormente abandonamos la Carretera de la República por su lado derecho, por la Senda de los Alevines, donde el camino empieza a empinarse cada vez más, donde las piedras sueltas dificultan nuestro ascenso, sobre todo de los pequeños lobeznos, a los que ya empezaban a pesar las mochilas.
Posteriormente abandonamos la Carretera de la República por su lado derecho, por la Senda de los Alevines, donde el camino empieza a empinarse cada vez más, donde las piedras sueltas dificultan nuestro ascenso, sobre todo de los pequeños lobeznos, a los que ya empezaban a pesar las mochilas.
Y tras el ascenso llegamos a nuestro punto elegido para realizar la pernocta, la Pradera del Majalasna, al cual subiremos en el día siguiente.
Tras varios momentos pensando donde colocar a los lobeznos y varios cambios, por fin ubicamos las esterillas y colocamos los sacos, abrigándonos para la noche, ya que el cambio de temperatura se empezaba a notar, calentando también para combatir el fresquito unos calditos para la cena.

Durante la noche, algunos durmieron mejor y otros peor, los niños sin problemas y los papas, pues ya se sabe, pendiente de los niños, aunque las tres mascotas se distribuyeron en el perímetro y no dejaron de estar atentos en toda la noche.




A las 6:45 es lo que tiene dormir en la montaña, que ya te amanece, y como no se pueden bajar la persiana no hubo más remedio que levantarse, calentar los desayunos y proceder al primer almuerzo de la mañana.
Tras este primer agape en la montaña, donde no falto de nada, así pesaban las mochilas, la gran mayoría del grupo subimos al Pico Majalasna, desde donde pudimos apreciar las estupendas vistas con que nos deleita e hicimos las fotos de rigor.


Después de este chute de adrenalina, descendimos hasta la pradera, donde tras volver a recoger nuestras mochilas descendimos por el mismo lugar del ascenso hasta la pradera de Navarrulaque, donde realizamos el segundo almuerzo del día, como dice Calleja hay que hidratarse y comer bien, y nosotros como buenos alumnos hacemos caso.




Desde allí acortamos hasta llegar a la Carretera de la Républica, por donde descendimos hasta llegar a encontrar un camino que sale hacía la izquierda, marcado con color naranja sobre la corteza de los árboles que tras un descenso en zig-zag nos hará llegar hasta el camino Agroman, que nos giará nuevamente a cruzar la puente romano y finalmente al aparcamiento.
ANÉCDOTAS:
Tras mucho tiempo de preparación por fin conseguimos cuadrar para realizar nuestro primer vivac. Al ser tantos tuvimos que descartar otros puntos y finalmente seleccionar la Pradera de Majalasna, sitio amplio y a la vez con algo de refugio sobre todo del viento frio que nos acompaño durante la noche. Otra cosa a tener en cuenta era el peso en las mochilas, acostumbrados a llevar como mucho la comida del día, la cosas cambiaba bastante, era la cena, el desayuno, sacos, esterrillas, ropa para la noche, camping gas..., es decir cosas que normalmente no llevamos en nuestras excursiones de un solo día, y que esta vez tuvimos que acoplar en nuestras mochilas.
Se nos hizo un poco tarde al llegar arriba y casi no pudimos disfrutar de la ocultación del sol, bajando en este instante bastante la temperatura, donde algunas persona le entro el aberroncho del frio, enferdad de altura, que finalmente se curo con un poco de ropa y caldito caliente.
Fue bonito encender los lumigas y los camping gas para calentar la cena, como antiguamente se hacía en acampada libre, todo en corro cenando a la luz del lumigas y de los mineros en la cabeza.
Los pequeños lobeznos después de cenar dieron poca guerra, fueron acoplandose cada uno en el sitio que eligio, tras numeroso cambios y cayeron como autenticas marmotas.
Los mayores tampoco duramos mucho, hasta que se nos acabo el GATOREID amarillo, traido de los montes gallegos, leoneses y comarcas de Ruavieja, hecho por los mejores druidas, para la reparación del cansancio y un buen descansar.
Como he dicho anteriormente una vez que amenecio, que fue muy pronto a mi parecer, no tubimos mas remedio que ir desperezandonos y empezar a calentar los desayunos.
La ascension al Pico fue bonita, algo complicada especialmente para los niños, pero nada que no se pueda arreglar con compañerismos entre todos, ayudandonos hasta llegar a la cima.
La bajada fue bastante amena, sobre todo desde la pradera de Navarrulaque, después de realizar el segundo almuerzo del día, ya con bastente menos peso en nuestras mochilas.